BLOOD FLOW RESTRICTION TRAINING
- Manuel Gomez
- 21 nov 2023
- 4 Min. de lectura
En la medicina deportiva, abordar la debilidad muscular y la atrofia tras lesiones musculoesqueléticas y cirugías representa un desafío constante. Un ejemplo claro, es la persistente disminución de la fuerza en el cuádriceps tras la reconstrucción del ligamento cruzado anterior, donde los déficits pueden durar años y destruir la vida profesional de grandes atletas. Es crucial iniciar lo antes posible estrategias para mitigar la debilidad durante la rehabilitación. Aunque las pautas de entrenamiento de resistencia tradicionales recomiendan el uso de cargas altas, esta intensidad puede ser perjudicial para los tejidos en las fases iniciales de la readaptación funcional.
El entrenamiento de restricción del flujo sanguíneo (BFR) ofrece una solución prometedora. Este método, que utiliza una correa o manguito para restringir parcialmente el flujo arterial y bloquear el venoso, permite entrenamientos con cargas más bajas, evitando la sobrecarga en los tejidos en curación.
Las revisiones sistemáticas han mostrado eficacia mixta del BFR en poblaciones clínicas. Por ello, es esencial que los profesionales de la medicina deportiva consideren múltiples factores al aplicar el BFR, como la naturaleza de la lesión, la historia médica del paciente, y las especificaciones del ejercicio. Este artículo busca proporcionar una guía práctica sobre la efectividad, seguridad, y aplicación del BFR en entornos clínicos.
Mecanismos fisiológiócos del BFR
Ls adaptaciones musculares a partir del ejercicio son resultado de la tensión mecánica, el daño muscular y el estrés metabólico. Se cree que una variedad de mecanismos fisiológicos contribuyen al aumento del tamaño y la fuerza muscular observados con el entrenamiento de Restricción del Flujo Sanguíneo (BFR), aunque los mecanismos exactos aún no se conocen completamente.
El consenso general sugiere que los cambios musculares ocurren a través del efecto indirecto de la acumulación de metabolitos y del ambiente hipóxico generado en los tejidos, que resultan en una mayor activación muscular, fatiga y señalización anabólica que la misma intensidad de ejercicio sin BFR.
Hipertrofia muscular:
El BFR sin ejercicio produce aumentos agudos en el grosor muscular y una reducción comparable en el volumen plasmático, pero parece que combinar el BFR con ejercicio es necesario para que las tasas de síntesis de proteínas musculares aumenten más rápidamente que en individuos control sin restricción.
Acumulación de metabolitos:
El papel de los metabolitos acumulados dentro del músculo trabajado no se comprende bien del todo. Algunos investigadores han atribuido las adaptaciones musculares observadas con el BFR a estos metabolitos acumulados, aunque esta afirmación ha sido objeto de debate.
Anabolismo muscular:
El ambiente hipóxico asociado con el BFR también puede inducir fatiga y promover la señalización anabólica dentro del músculo. La disponibilidad de oxígeno para el músculo se reduce severamente durante el entrenamiento con BFR, contribuyendo al aumento de la fatiga y la disminución de la producción de fuerza, lo que puede ser compensado por el reclutamiento progresivo de unidades motoras adicionales.
En general, los datos limitados respaldan diversos mecanismos propuestos del entrenamiento con BFR, pero hay evidencia sólida de que produce cambios clínicamente significativos en la fuerza, la hipertrofia y la angiogénesis. Aunque aún se están identificando los mecanismos, el entrenamiento con BFR parece aumentar la capacidad de cargar unidades motoras de alto umbral y provocar adaptaciones relevantes.
Ventajas del BFR
Efectividad en la rehabilitación temprana: El entrenamiento BFR permite a los atletas participar en el entrenamiento de fuerza en una fase mucho más temprana de la rehabilitación. Dado que requiere cargas más bajas (20-30% del máximo de una repetición) y es menos probable que perjudique a los tejidos debilitados.
Puente entre etapas: Sirve como un puente efectivo entre las primeras fases de la rehabilitación, donde no se toleran cargas altas y las etapas posteriores que son más intensivas y están orientadas a un retorno completo al deporte.
Seguridad: Las investigaciones indican que cuando se aplica correctamente, el entrenamiento BFR es seguro y no representa riesgos significativos para los atletas. La clave es la aplicación y el monitoreo adecuados.
Seguridad y Guía de Aplicación
Selección del atleta: No todos los pacientes son candidatos adecuados para el entrenamiento BFR. Está contraindicado en ciertas condiciones como trombosis venosa profunda, enfermedades cardiovasculares graves y en casos de hipertensión extrema. Se deberá realizar una anamnesis profunda para evitar posibles complicaciones.
Aplicación del manguito: El tamaño y tipo de manguito, junto con la presión aplicada, son factores críticos. Debe ser suficiente para restringir el flujo venoso pero no el flujo arterial (esta es la parte más complicada).
Monitoreo y Progresión: El monitoreo continuo de la respuesta y progresión del paciente es esencial. La intensidad del entrenamiento y la presión del manguito debe ajustarse según la tolerancia y mejora individuales.
Recomendaciones para profesionales y atletas
Protocolo de Entrenamiento: Comenzar con una intensidad más baja e ir aumentando gradualmente. Un protocolo típico podría incluir 4 series de 15 reps por ejercicio con una presión del manguito que es del 40-80% de la presión de oclusión de la extremidad.
Combinación con ejercicios tradicionales: El entrenamiento BFR se puede combinar con ejercicios de entrenamiento tradicionales a medida que el atleta progresa.
Comunicación: Educar a los pacientes sobre la naturaleza y los beneficios del entrenamiento BFR es crucial. Una comunicación clara sobre las sensaciones experimentadas durante el entrenamiento y los resultados esperados puede mejorar el cumplimiento y la efectividad.

Conclusión
El entrenamiento BFR representa un avance significativo en el campo de la medicina deportiva y la rehabilitación. Su capacidad para mitigar la debilidad muscular y la atrofia de manera segura y efectiva lo convierte en una herramienta invaluable en el arsenal de rehabilitación, particularmente en el contexto de lesiones musculoesqueléticas. A medida que la investigación continúa evolucionando, es probable que la aplicación del entrenamiento BFR se vuelva más refinado, ofreciendo estrategias de rehabilitación adaptadas y efectivas para una amplia gama de atletas.
Blood Flow Restriction Training
Daniel S Lorenz 1, Lane Bailey 2, Kevin E Wilk 3, Robert E Mangine 4, Paul Head 5, Terry L Grindstaff 6, Scot Morrison 7
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PMID: 34530434
PMCID: PMC8448465
DOI: 10.4085/418-20
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