top of page

Y ahora Carvajal, la epidemia de lesiones en el fútbol español, !!!el verdadero culpable está en el gimnasio, no en el calendario¡¡¡.

En el fútbol español hay una plaga de lesiones, el último en sumarse a la interminable lista de lesionados ha sido Dani Carvajal. Pero antes que él, hemos visto caer a figuras como Courtois, Alaba, Ter Stegen, Militao, Rodri, Gavi y muchos más.

ree

La culpa, según los entrenadores, siempre parece recaer en el calendario. Pero, ¿de verdad 25 jugadores no pueden aguantar 90 partidos en una temporada? La excusa del calendario se repite, pero quizás sea momento de mirar más de cerca los métodos de entrenamiento de fuerza que utilizan estos equipos. Porque, en muchos casos, tienen la pirámide de la fuerza al revés.


Los entrenadores se obsesionan con el desarrollo de la fuerza específica y la tasa de desarrollo de fuerza (RFD) aspectos importantes sin duda. Sin embargo, se olvidan de algo fundamental: ¿cuándo entrenan la fuerza máxima?. La madre de todas las fuerzas, la base sobre la cual se construyen todas las demás capacidades físicas, simplemente no se entrena. ¿Por qué? En primer lugar, porque no saben cómo hacerlo correctamente. En segundo lugar, porque les da miedo.

El resultado es obvio: atletas débiles, propensos a lesiones graves que les dejan fuera de competición durante largos períodos.

Los preparadores físicos de estos equipos deberían replantearse sus métodos de entrenamiento de fuerza, porque están destruyendo a nuestros jugadores. Es hora de corregir esta pirámide de la fuerza invertida, de dejar de esquivar la responsabilidad y de construir atletas fuertes y resilientes, capaces de soportar las exigencias del deporte de alto rendimiento.


El principal problema: la trampa de la sobre-especialización

El principal problema radica en la trampa de la sobre-especialización. Muchos entrenadores están obsesionados con encontrar el ejercicio perfecto que imite los movimientos específicos de un jugador en el campo, buscando que el entrenamiento sea lo más similar posible a las situaciones de competición. Para lograrlo, a menudo añaden ejercicios en ambientes inestables, como entrenamientos sobre plataformas inestables o con implementos que alteran el equilibrio.

Sin embargo, estos métodos no solo desvían el enfoque de los fundamentos del rendimiento humano (fuerza, potencia, velocidad, resistencia y resiliencia), sino que reducen el power output y limitan la capacidad del atleta para generar potencia. En lugar de mejorar el rendimiento, estas técnicas debilitan a los jugadores.


Al centrarse tanto en imitar el deporte, los entrenadores sacrifican el desarrollo físico adecuado, lo que lleva a atletas más débiles, propensos a lesiones y con menos capacidad de rendir bajo máxima exigencia física.

La clave está en construir primero una base física sólida y luego complementar con entrenamientos específicos.

Fuerza máxima o absoluta: la clave más ignorada para el éxito

Si no estás construyendo fuerza máxima en tus atletas, los estás perjudicando—punto. La fuerza absoluta es la base de todo: producción de fuerza, prevención de lesiones e incluso conforma la base de las habilidades especiales que los entrenadores persiguen con tanto fervor.



Sin embargo, muchos entrenadores la evitan. ¿Por qué? Han caído en el mito de que los atletas no necesitan hacer sentadillas, press de banca , cargadas y arrancadas pesadas.

Y aquí está la verdad: no lo necesitan. Pero sí que necesitan fuerza relativa, activación neuromuscular, densidad ósea y resiliencia en los tejidos y todo esto se consigue con el entrenamiento de fuerza máxima.

Entrenamiento de alta intensidad: ¿dónde están las cargas pesadas?



Entrenar por encima del 90% de intensidad es el estándar de oro para desarrollar fuerza máxima. Es aquí, en los levantamientos pesados, donde se reclutan al máximo las unidades motoras y los atletas desarrollan la capacidad de generar verdadera fuerza. Aquí es donde nacen la durabilidad y la resistencia. Pero demasiados entrenadores evitan empujar a sus atletas a esta zona, por miedo a lesiones o creyendo equivocadamente que no es aplicable a su deporte.

Gran error.

Los atletas que no entrenan con altas intensidades terminan siendo débiles, frágiles y no están preparados para las máximas exigencias físicas de la competición.

La fuerza explosiva (power): el ingrediente que falta

La fuerza absoluta es el primer paso. La fuerza explosiva es el segundo. Aquí es donde la fuerza se combina con la velocidad y los atletas aprenden a generar fuerza rápidamente, algo esencial en todos los deportes. ¿Quieres disparos de lacrosse más rápidos? ¿Tackles más fuertes? ¿Salidas más explosivas en los sprints? Todo se reduce a la tasa de desarrollo de fuerza.

ree
Pero la fuerza explosiva no se consigue con ejercicios bonitos EN BASES INESTABLES y específicos del deporte.
Se logra con levantamientos explosivos, sprints y ejercicios pliométricos. Muchos entrenadores pasan por alto esto, confiando en interminables sesiones de acondicionamiento o en ejercicios que no desarrollan realmente la fuerza explosiva.

Por último el método de esfuerzos repetidos: los ejercicios accesorios

El método de esfuerzos repetidos consiste en realizar ejercicios con una carga moderada o ligera de forma repetida hasta el fallo o cerca de él. Este enfoque ayuda a fortalecer los músculos de manera efectiva, mejorar la resistencia muscular y desarrollar tejido conectivo robusto. En combinación con los ejercicios accesorios, que se enfocan en áreas específicas del cuerpo, este método se convierte en una herramienta esencial para reforzar los puntos débiles y las áreas propensas a lesiones en cada disciplina deportiva.


Por ejemplo, en deportes como el fútbol o el baloncesto, los músculos de la cadera, rodillas y tobillos, así como la espalda baja, son zonas críticas para prevenir lesiones. Los ejercicios accesorios dirigidos a estos grupos musculares, como peso muerto rumano, nordic curls o el fortalecimiento del core, construyen tejido fuerte y resiliente, mejorando la capacidad de soportar cargas repetitivas y movimientos explosivos.

El resultado es un atleta más fuerte, menos propenso a sufrir lesiones y mejor preparado para rendir en su deporte.

Conclusión: vuelve a lo básico

En resumen, si eres entrenador y no te estás enfocando en desarrollar la fuerza máxima, la fuerza explosiva, la capacidad de trabajo y el acondicionamiento de tus atletas en ese orden, los estás fallando.
La especialización viene después.
La fuerza es la base.
La fuerza explosiva es el puente.
La velocidad es el arma.
Haz que tus atletas sean fuertes. Haz que sean explosivos. La resistencia es clave.
Solo entonces podrán ser verdaderamente excepcionales en su deporte.
COACH MANU

Comments


bottom of page